La miel de abeja es hidratante, revitalizante, suavizante, antioxidante y nutritiva; ideal para todo tipo de piel, ya que funciona perfecto para limpiar a profundidad y eliminar toxinas.
A la miel, se le atribuyen propiedades antibióticas, siendo un excelente antiséptico para las lesiones de la piel. Aumenta la capacidad de resistencia del organismo a las infecciones, convirtiéndose en un cicatrizante y regenerador de las células de tejidos lesionados por quemaduras diversas, heridas y úlceras.
Desde la antigüedad, la miel de abeja ha sido una gran aliada en la cosmetología, principalmente en las cremas de belleza; también en mascarillas, lociones y ungüentos post- baño. La miel es utilizada en mascarillas y asociada al masaje, nutriendo los tejidos epiteliales y estimulando la circulación superficial a nivel de los capilares.
Dependiendo del propósito y del padecimiento de piel que se tenga, se elaboran diversos tipos de mascarillas:
- Miel de abeja con limón, para aclarar la piel.
- Miel de abeja con propóleos, para problemas de acné, ayuda a destapar las glándulas sebáceas.
- Miel de abeja con aceite de almendras, para suavizar y contra las arrugas.
- Miel de abeja con polen y propóleos, contra las manchas de la piel, ocasionadas por exposición frecuente al sol.
- Miel de abeja, glicerina y jugo de limón, contra la irritación de la piel por insolación.
Fuente: Forbes México
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